Jueves
Los jueves van todos los empleados a Ocongate que es un pueblo a una hora subiendo la montaña. Teníamos que estar en la plaza a las 8 am, esperamos con el psicólogo que nos dijo que cada jueves llegan tarde a recogerlo. Después de media hora el jefe por fin llegó a recogernos, además tuve que sentarme a lado de dos hombres que se aprovechaban de que había asientos libres para ir a Ocongate. Fue el peor viaje de coche, un montón de curvas y el tio que estaba sentado a lado mía se negaba a cogerse a los asientos de delante así que cada vez que girábamos a la derecha me aplastaba completamente. También por la altitud a la que se sube puede hacer que te encuentres mal. Otro problema es en las curvas como nadie tiene paciencia aquí conduciendo la gente se adelanta sin visibilidad, así que fue una experiencia bastante divertida como puedes ver. Aun así, las vistas eran espectaculares, puedes ver Ausangate al subir que es una montaña nevada.
La abogada que normalmente lleva los casos legales en Ocongate no estaba así que ayudamos como pudimos a los que vinieron. Además, teníamos mucho trabajo que hacer ese día debido a que uno de los jefes quiere entrar en un concurso para ganar dinero para realizar talleres para los niños que vienen a la asociación. Estuvimos toda la tarde creando un presupuesto, en que gastarían el dinero y cuanto se necesitaría. El problema era que nunca habían hecho un proyecto así entonces tuvimos que estimar bastante los costes de todo. Durante esta sesión de estimación del presupuesto el psicólogo nos trajo café y tarta de zanahoria y chocolate, estaba buenísimo.
Volvimos a Urcos sobre las 6 y media, era ya de noche y daba un poco de miedo volver por esa carretera, pero era divertido, volvimos escuchando una mezcla de canciones tradicionales y reggaeton.
Viernes
Era el día del evento de la lucha contra la trata de personas que se había organizado el lunes en la reunión para crear la red. Nadie de la asociación fue porque el presupuesto que estábamos realizando el día anterior se tenía que entregar antes de la hora de comer. Yo por la noche me había desconectado del presupuesto ya que siguieron trabajando durante la noche cuando volvimos de Ocongate, pero por la mañana me llamaron para ayudar escribiendo lo que me dictaba el jefe ya que el lunes se dio cuenta que escribía rápido a ordenador.
Sobre la hora de comer teníamos que ir a la plaza ya que iban a dar la vuelta a la plaza con pancartas y gritando lemas sobre la trata. Las profesoras de la organización se habían currado unas pancartas y cuando ya pudimos por fin ir a la plaza nos avisaron de que era demasiado tarde que ya lo habían hecho.
Salimos a cenar a Cusco con los otros voluntarios y descubrimos que algunos de los estudiantes de ADE de nuestra Universidad estaban trabajando en un pueblo a lado de nosotros. Después salimos a tomar algo en un bar desde el cual veias todo Cusco, tenía vista increíbles. Fuimos a otro bar y tomamos “té macho” que es té caliente con alcohol, sabía bastante extraño. Después nos unimos a unas compañeras del trabajo que también estaban por allí y lo pasamos genial.
Fin de Semana
El sábado fuimos a Cusco a comprar los billetes para el tour de la Montaña de 7 colores, tenía muchísimas ganas de ir, ya que mientras que estas aquí todo el mundo te habla de ella. Lo malo es que el autobús te recoge a las 3 y media de la mañana, no sería tan malo si no fuese invierno aquí. No hace tanto frío durante el día, pero una vez que anochece te congelas.
Fuimos a la plaza a las 3 y media y esperamos al autobús que llegó una hora tarde, también contratamos el tour con otra chica, pero no estaba en nuestro autobús cuando subimos que era muy raro. Luego nos enteramos que la habían metido en otro grupo y sólo la vimos al final del tour.
Paramos a desayunar en un pueblo pequeñito en las montañas y después seguimos el camino hasta el principio de la caminata hasta la montaña de colores. Es una caminata de 3 horas cuesta arriba, no estoy nada en forma y me costó muchísimo. A mitad del camino decidí coger un caballo para subir el resto del camino. (Sí que estaba cansada pero también me apetecía mucho montar a caballo).
Llegamos arriba y era precioso, hacía mucho frío, pero no importaba. Arriba del todo estas sobre los 5000 metros por encima del nivel del mar, así que la altitud tampoco te ayuda al subir caminando. Nos habían contado que por el lado derecho de la montaña hay un camino que no conoce mucha gente y por allí la montaña es roja y parece que estas en Marte. Mereció la pena caminar por ese trozo extra. Pero ahora tocaba la bajada y había un problema ya que no habíamos visto a nadie de nuestro grupo en bastante tiempo. Así que bajamos la montaña rápido y sin parar, pero cuando llegamos a donde estaban los autobuses nos enteramos que se habían ido sin nosotros. Que genial con la reventada que llevaba.
Un policía nos intentó ayudar buscándonos un taxi para volver cuando de repente apareció nuestro guía, dijo que habían contado mal. No sé cómo puede contar mal si el autobús iba lleno como no te das cuenta que hay dos asientos libres, pero bueno. Había vuelto sin el autobús y teníamos que intentar volver al sitio de la comida con otra compañía. La guía era simpática igualmente y no paraba de pedir disculpas, una vez que comimos volvimos a Urcos.
Después de un tour un poco estresante, aun así, mereció la pena y fue una experiencia increíble y si alguna vez estas por Cusco recomiendo que vayas xx